Más de uno, seguramente al leer el post de hoy pensará que la sombra no es más que la proyección de este cuerpo sobre el suelo a través de los rayos del sol. Sin embargo, el término de sombra va más allá. Bien es verdad que es una proyección. Comencemos por el principio: ¿qué es para ti tu sombra?
Todas esas facetas tuyas que no te gustan, que te superan, que te molestan, y más aún las que te molestan de los demás… Pertenece a lo que según el filósofo Carl Jung calificó como la Sombra.
Si te digo que pienses en alguien que no soportas, seguramente te vendrá rápidamente alguien a la mente. Si te pregunto qué es lo que no soportas de esa persona, podrías incluso hacer una lista con un cierto número de puntos respecto a él/ella.
Es fácil ver las cosas que no nos gustan en los demás. Sin embargo, ¿cómo de sencillo es reconocer todas aquellas cosas que no te gustan en ti? Me atrevería a decir que la balanza se inclina con mayor facilidad hacia el lado de los demás que al tuyo.
Sin embargo, hoy vamos a ver, que lo que vemos fuera, no difiere tanto de lo que vemos dentro nuestro. ¿Cómo es esto posible? Cuando te miras en el espejo, éste te devuelve un reflejo que te muestra quién eres, eres TÚ. De manera muy similar sucede cuando vemos a otra persona. Esta persona, nos hace de espejo. Un reflejo que puede devolver múltiples facetas.
Cuando hay algo que nos gusta de los demás es una muestra de reconocimiento. Por ejemplo, puede ser que lo que más te guste de una persona sea su cariño al estar en grupo. Esta identificación es posible porque ello también reside en ti. Eres capaz de reconocerlo, a partir de que ello vive y habita en ti.
De manera similar sucede cuando vemos algo que no es de nuestro agrado. Por ejemplo, puede producirse rabia al ver como un compañero de trabajo sólo se nos acerca para pedir favores. Sin embargo, te animo a que mires más allá. ¿Qué es lo que te produce tanta rabia? Observa si hay algo de ello en ti.
Siguiendo con el ejemplo del compañero de trabajo, puede suceder si cambias el foco de visión y amplificas a todo el conjunto temporal y no sólo a un momento determinado en que puedas ver que a lo mejor tu compañero te pide a ti ayuda porque considera que eres la persona idónea y capacitada para desarrollar el trabajo con éxito. ¿Puede deberse a que te de rabia que él pida ayuda cuando a lo mejor a ti te cuesta hacerlo?
Si me permito ver en mí lo que veo en el otro, amplifico mi visión, permitiéndome tener una comprensión que puede cambiar fácilmente la sombra por luz 😉 En el próximo círculo de mujeres que realizaremos el viernes 8 de junio a las 19h hablaremos y daremos forma a nuestra sombra. Toda mujer que lo desee será bienvenida 😊
“Nunca temas a las sombras. Sólo significan que hay una luz brillando cerca” – Ruth E. Renkel
Junio 2018 – Mónica Larruy
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