Hoy te traigo un tema que para mí es imprescindible tenerlo bien presente en mi día a día. De hecho, los que me conocéis, ya sea de terapia individual, de las clases de Chi Kung o de los encuentros, sabéis que para mi uno de los principales pilares para vivir es: ¡DISFRUTAR! Para ello, hoy en el blog os hablaré de cómo disfrutar de la vida con unos cuantos sencillos pasos que podéis poner en práctica vosotros mismos en vuestro día a día.
Con los ritmos que se suelen llevar en el día a día, es muy común el olvidarse o dejar aparcado para futuros momentos el disfrutar. Sin embargo, el disfrutar debe estar siempre presente.
Nos autoimponemos cómo tiene que darse nuestro día. Haciendo incluso un puzle en el cual las piezas son muy difíciles de encajar unas con otras, por falta de espacio. Y es que no hay tiempo para hacer todo lo que a uno le gustaría hacer. Ello conlleva querer abarcar muchísimas cosas en un solo día, dejando aparcado cositas tales como momentos para mí por momentos en que ya llegarán en un futuro. Sin embargo, todo lo que se va posponiendo una y otra vez va haciendo que me vaya generando frustración.
Esta frustración es fácil que se vaya alimentando ante el hecho de ver que no se ha podido hacer todo lo que tenía planeado y me hubiese gustado hacer. Llegando a percibir incluso que no se ha sido capaz.
Ahora bien, vamos a reconfigurar estas ideas y a ir viendo cómo lograr disfrutar más de la vida con estos sencillos pasos:
- No te impongas más de lo que puedes hacer
Muchas veces queremos llevar a cabo muchas más actividades de las que podemos abarcar en un día. Hay una tremenda diferencia entre lo que quiero hacer y lo que puedo hacer. Por gustar, a uno le gustaría en un sólo día finiquitar todos los temas pendientes y que aún así quedase tiempo para uno mismo. Sin embargo, somos humanos y como tal tenemos unas necesidades que hay que cubrir: hacer pero brindándome espacios para mí. Por tanto, observa al final de tu día las tareas anotadas que tenías. Y reflexiona en el balance que has dado entre lo que te habías impuesto hacer, lo que has podido hacer y lo que has disfrutado.
- Evita el automatismo
En un día, se implanta todo un listado de quehaceres en el que fácilmente pueden irse introduciendo de nuevos. Ello es debido a que se da respuesta de forma automática sin ver ni percibir el grado de prioridad respecto a lo que se estaba haciendo. Es esa respuesta de ¡YA! Un YA que nace sin parar y observar. Ese YA si paras y observas lo que estás haciendo puedes ver fácilmente que no es tan inmediato que no pueda esperar. Y de ser así, agéndalo dentro de la prioridad que le corresponda.
- Hazlo fácil
Todo aquello que se hace de una manera dificultosa nos está claramente indicando que no es la vía más idónea para llevarlo a cabo. Puede ser tan simple como, agendarlo para otro momento, o darme espacio. Lo que tengas que hacer que te haga feliz. Para ello, busca llevar ritmos cómodos y con suavidad. Que, en lugar de la prisa, se instaure lo fácil y sencillo.
- Soltar
Permítete soltar. “Ríndete” ante lo que la vida ha manifestado hasta ahora. Con ello quiero decirte que disfrutes de lo que ahora tienes y sientes. Valorando toda la conciencia y visión que AHORA tienes gracias a lo vivido.. “El AYER es HISTORIA. El MAÑANA es un MISTERIO. Y el HOY es un regalo por ello se llama PRESENTE”
Estas son algunas de las muchas pautas sencillas que podemos aplicar en nuestro día a día, para disfrutar plenamente de lo que estamos viviendo, aportándonos a su vez conciencia para continuar avanzando desde la felicidad y la confianza hacia uno mismo. Cuando no sabemos aplicarnos estos hábitos saludables, la mayoría de veces puede surgir el estrés y emociones negativas fácilmente. Si este es tu caso, te recordamos nuestro taller de Gestión del estrés y las emociones que tendrá lugar en septiembre.
Te lanzo la siguiente reflexión, ¿de qué sirve hacer muchas cosas si estas no se están disfrutando? ¿Es preferible hacer menos, para convertirlas en auténticos momentos de gozo para mi? Hagas lo que hagas en la vida, recuerda: ¡que te haga FELIZ!
Mónica Larruy
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