¿Por qué enferma el hombre? Seguro que en alguna ocasión te has formulado esta pregunta. La enfermedad debe ser vista como un proceso de adaptación de la salud. Como la mejor respuesta que el propio organismo puede dar con el objetivo de continuar viviendo, pues otra opción tendría consecuencias mucho mayores. No obstante, enfermar puede prevenirse. ¿Cómo? Lee el post y descubre las 7 formas de prevenir las enfermedades.
Hay varios motivos que provocan actualmente que enfermemos. Y es que, en gran medida, el hombre – independientemente del sexo – como individuo, no sigue el sentido que le corresponde; en su pensar, en su sentir y en su hacer. Múltiples son las ocasiones en que estos tres pilares básicos no están alineados, no están en coherencia. El problema aparece cuando es mantenido en el tiempo. Para evitar que el hombre enferme habría que prevenir y educarle para seguir el que es su sentido de vida. Si su movimiento es inadecuado, enfermará.
¿Cómo hacer para no enfermar? Comencemos con lo cotidiano. Para ello, vamos a ver desde la visión de la Medicina Tradicional China como podemos hacer:
1. Ante pensamientos que no aportan, eliminarlos
Para ello, podemos aplicar suaves golpecitos en el punto de acupuntura 20 del canal energético de Du Mai llamado Bai Hui – las 100 reuniones. Este punto se encuentra en el borde anterior de la fontanela occipital. Este punto nos ayudará a unificar y centrar el pensar. Si por el contrario, permitimos que los pensamientos estén continuamente dando vueltas en nuestra cabeza, una y otra vez, si prestas atención verás cómo tu sistema nervioso se verá alterado: aumentado la segregación de cortisol, el sistema inmune se pone en alerta, y a más a más, podrán aparecer molestias tendino-musculares, “congestión” mental, cansancio, etc.
Imagínate este estado mantenido en el tiempo, ¿a dónde crees que conducirá?
2. Desarrollarnos en el trabajo de la manera más impecable
Ello significa no centrarnos en el valor único de la productividad. Si no, poniendo lo mejor de cada uno hasta lo que es humanamente posible. Para ello, es aconsejable que implantes unos ritmos respetuosos hacia tu organismo. Sabiendo que habrá días que por el motivo x tendrás menos aporte de vitalidad y con ello menor claridad mental, por tanto permitirse ese día poder rebajar el ritmo.
Evita realizar múltiples tareas a la vez. Y aquellos días que no te sientas al 100%, dosifica tu vitalidad, pues si desde primera hora se está con el turbo puesto, avanzado el día verás como tu vitalidad irá disminuyendo, instaurándose gran cansancio/fatiga.
3. Comer conscientemente.
Podemos conceder unos segundos para valorar y agradecer el alimento que vamos a ingerir. Y en el momento en que estemos comiendo, ser plenamente conscientes de los sabores y alimentos que ingerimos. Para ello, evita el comer rápido, distracciones, y simplemente permítete disfrutar del alimento.
4. Realizar una pequeña revisión del día por la noche
Como propuestas puedes revisar:
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- ¿A quién he perjudicado hoy con mi pensamiento, palabra o acción?
- ¿He disfrutado de las oportunidades que he tenido durante el día o las he postergado para mañana?
- ¿Qué he dejado de hacer hoy y qué quería hacer?
Con estas simples observaciones, podrás tomar conciencia de cómo está siendo tu día a día. Y verás claras respuestas para atender situaciones que probablemente han sucedido sin darse uno cuenta.
5. Prevención a través de la comida
Todo lo caliente va a ser más fácil de digerir (tanto en bebida como en alimento sólido), no va a suponer sobre esfuerzos. El frío por el contrario va a tender al estancamiento, a la no movilidad. A su vez, en consulta siempre remarco que es tanto o más importante lo que comemos a cómo lo comemos.
Seguramente te ha ocurrido en alguna ocasión que comiendo lo mismo un día te ha sentado bien, y en cambio, otro día la misma comida te ha sentado mal o pesada. ¿A qué se debe? Si la comida es la misma, sólo queda una incógnita en la ecuación: yo estoy diferente. Y es que, en momentos de ansiedad, nervios, preocupación, etc., se suele engullir más que comer.
Por tanto, en situaciones como las comentadas de ansiedad, nervios, etc. procura antes dar un ligero paseo, realizar respiración abdominal, etc. para permitir que esta tensión interna y a su vez el sistema nervioso simpático pueda rebajarse y poder así disfrutar del alimento.
6. Respiración consciente desde el bajo vientre
Rescatar la respiración abdominal, consiguiendo movilizando a su vez el diafragma. Éste curiosamente es el primero en percibir el impacto emocional. Al aplicar esta respiración, conseguiremos muchísimos beneficios:
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- Disminución de la frecuencia cardíaca.
- Reducción de los posibles procesos de inflamación del organismo.
- Promover la oxigenación de la sangre.
- Masajear los órganos vitales.
- Calmar tu mente, y con ello tu grado de ansiedad se verá reducido.
- Corregir la acidificación de la sangre, producida por un exceso de oxígeno en relación con el dióxido de carbono. Situaciones de ansiedad o estrés pueden ser causantes de capítulos tales como de hiperventilación.
- Mejoramos la capacidad pulmonar.
- Y un largo etcétera.
7. Implantar el sentido del humor
Alegría de vivir. Generalmente, se está tan enfrascado en los quehaceres del día, en cumplir con unos plazos, el correr para llegar a tiempo… Tantas y tantas cosas por las que uno puede fácilmente dejarse llevar perdiendo el valor de lo realmente importante: vivir viendo. Se puede vivir de muchas maneras, y es que se puede estar vivo sin vivir la vida. Si se vive viviendo, es señal de que la alegría está presente. De maneras muy sencillas, en pequeños acontecimientos, ante los demás y también ante nosotros. La alegría es el alimento para estar plenamente vivos. Búscala e implántala en tu día a día.
Desde la Medicina China se transmite la capacidad del hombre de sentirse uno en un entorno infinito. Estando en igualdad con el resto de seres, sin ser ni más ni menos, sino simplemente uno más en unidad con todos. Ello se refleja cómo vivir en “inteligencia ignorante” (ignorar el sentirse el centro del mundo. Dejarse sorprender por la vida). Remarco, ser uno más. Como has podido ver, son múltiples las opciones que tienes al alcance de tu mano para aplicar en tu día a día la prevención.
Generalmente, tenemos tendencia a fraccionar el cuerpo en partes y ver las sintomatologías como un proceso concreto de una parte de este cuerpo sin la relación correspondiente con todo el conjunto del cuerpo, más su relación mental-emocional. En esa relación conmigo y con el entorno. Incluyendo también la manera en cómo nos alimentamos. Muchos factores que son integrados todos ellos desde la visión de la Medicina Tradicional China. Viendo, analizando y tratando al individuo en TODO su conjunto. Hoy en día, la Medicina China (con más de 5000 años de antigüedad) tiene numerosas herramientas para prevenir, mantener y recuperar la salud: acupuntura, digitopuntura (acupuntura sin agujas), moxibustión, chi kung (qi gong), dietética…
Hay una frase clásica que dice “atender a la enfermedad después de su aparición es cómo forjar las armas cuando la guerra ya ha estallado”. Ello nos viene a decir, que obviamente vamos a poder responderle a esa guerra, pero mejor si contamos con las armas necesarias previamente para prevenirla antes de que estalle. Así que esperamos que estas 7 formas de prevenir las enfermedades os sea de gran ayuda para ello.
Mónica Larruy Carrete – Abril 2020
2 Respuestas
Frank
Gracias Mónica, esperaremos estoicamente que pase esta etapa. Muy buen artículo.
admin
Hay un dicho que dice: «los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida».
Así que de bien seguro igual que ha llegado, pasará y cambiará.
Me alegro que sean aportes nutritivos los del artículo para el día a día. Vamos sumando granitos de arena en pro del bienestar!
Abrazos y feliz día 😉