Por qué todo no es blanco o negro ni 1 ó 0

con 2 comentarios

¿Cuántas veces reducimos las diversas posibilidades a 1 o a ninguna? ¿Cuántas veces nos sentimos vivir en la dualidad? Como ingeniera informática de titulación universitaria, te aseguro que viví muy cerca el hecho de hablar y vivir la vida desde 1 ó 0. 😂Hoy en el blog vamos a ver cómo hacer para gestionar estas situaciones de dualidad, pues no todo es blanco o negro.

En anteriores ocasiones, ya os he comentado la tendencia a etiquetar todo lo que nos pasa o que nos gustaría que sucediese como bueno o malo, correcto o incorrecto. Ello se traduce en que nos gusta o no nos gusta, muchas veces sin ver más allá de esa posible idea inicial.

Bien es verdad que nuestro sistema nervioso debe responder a lo largo del día ante las diversas situaciones que vivimos de manera automática. Si tuviese que estar procesando, evaluando y analizando casi al detalle todo lo que va aconteciendo sería una ardua tarea muy difícil de sobrellevar en el día. Fijaros en los peques, ¿verdad que ellos llevan un ritmo muy diferente al nuestro? Uno de los factores es debido a que ellos están descubriéndolo todo, por ello el sistema nervioso cerebral requiere de un tiempo para asimilarlo y asociarlo. Por ejemplo, ante el fuego, nos dicen que no pongamos la mano en el fuego, pero no sabemos por qué. Basta con quemarse mínimamente, para asociar que aquello no es algo gustoso y por tanto sé que para la próxima ocasión no tengo que aproximar mi mano al fuego. Algo similar sucede con nuestro procesamiento diario en la vida. A partir de lo que vamos viviendo es lo que determinará si ante una situación tengo que estar en alerta, tengo que salir corriendo, o va a ser placentera para mí. Todo ello son automatismos que se establecerán como resortes internos.

Estos condicionamientos son muy necesarios para nuestro día a día. Sin embargo, no podemos reducir toda nuestra vida a responder siempre de una manera automática. Es necesario poder evaluar y ver más allá.

¿Cómo lo hago?

  • No quedarse en la idea o en la sensación inicial:

¿Cuántas veces partimos de un juicio inicial que nace y condiciona todo el resto? Es fantástico el tener un feeling inicial. Sin embargo, que éste no tenga el poder de anular el resto de posibilidades que puedan surgir. Y es que, si me obceco en que la opción x debe ser de esta manera, y sólo siendo de esta manera estará todo bien. Estoy reduciendo un infinito de posibilidades a una única sola opción. Y vamos más allá, ¿por qué esta opción que creo que puede ser la correcta es realmente la más idónea para mí en este momento? Todo lo que acontece tiene una razón de ser. Nos gustará más o menos, pero así es. Por ello, te animo desde aquí a que no cierres la puerta a todo el sinfín de posibilidades que la vida te puede deparar a partir de la inicial que puedas creer que es. ¿Por qué no abrirse a experimentar más allá de esta inicial? Podrás llegar a recorrer y experimentar vivencias que creías “im-posibles”. ¿y lo más sorprendente? Las podrás llegar a disfrutar con mucho gozo, pues te sorprenderán.  😉

  • Evitar reducir las posibilidades a bueno o malo, ver más allá:

Todos tenemos una etiquetadora interna que va clasificando en un modo dual de bueno o malo lo que vamos viviendo, viendo, sintiendo, escuchando… Como os decía antes, es necesario que haya un cierto grado de automatismo, pero no que el automatismo sea la norma en mi día a día. Es importante tomar conciencia de que no existe un único color en la paleta de colores, sino tantos colores cómo nosotros queramos. ¿Por qué reducirlos únicamente a blanco y negro teniendo tantos a nuestra disposición? Al experimentar con estos nuevos colores, con estas opciones más allá de lo que un inicio puede ser y que generalmente si se permite acaba no siendo y convirtiéndose en una muy diferente. Ante estas situaciones, imagínate recibiendo un regalo. Un regalo del que no conoces lo que hay dentro hasta que lo abres y te maravillas por ello. Esa situación, persona o vivencia, no sabes qué es y cómo deja de ser hasta que te permites a ti mismo descubrirla. Prueba a ver más allá de lo inicial, a ver qué sucede.

  • Reducir las expectativas:

Seguro has tenido ocasión de experimentar en alguna ocasión el salir sin tener un plan y disfrutar mucho de ese día. En cambio, otro día que parecía que podía ser el más espectacular plan, no lo has disfrutado nada. ¿Te has preguntado alguna vez por qué sucede? Ello sucede en gran medida al grado de expectativas de exigencia con lo que va a pasar. Cuanto más alto sea el listón, más difícil va a ser trepar para superarlo. Sin embargo, ante el hecho de no haber un listón, es decir el no existir expectativa alguna, la satisfacción y el disfrute es máximo. Te abres desde ese lugar a vivir todo lo que va llegando muy gustosamente. Por tanto, ¿a qué esperar? ¿Por qué no dejarse sorprender?

Aquí te dejo algunas pautas sencillas que te animo a que pongas en práctica en tu día a día para descubrir lo sencillo que puede llegar a ser todo y de qué manera lo hacemos tan y tan complejo, sin necesidad alguna. Verás que no todo es blanco o negro, todo o nada.

Para profundizar, te acompañamos desde nuestro servicio de terapia de gestión emocional para brindarte herramientas, sencillas pautas y algún ejercicio para poder aplicarlos en tu día a día para facilitar y disfrutar con total goce todas las situaciones que van ocurriendo.

Mónica Larruy Carrete – Mayo 2019

2 Respuestas

  1. Tere
    | Responder

    Mónica, cuanta razón tienen tus palabra! yo en mi crecimiento personal diario intento no etiquetar, no juzgar, no leer mentes pero es verdad que a veces no puedo gestionar bien mis emociones y sale la justiciera que llevo dentro.
    Muchas gracias por tus reflexiones, me ayudan mucho a ponerlas en práctica cada día y ser un poquito más feliz. 😘

    • El Camino de Tanit
      | Responder

      Gracias a ti Tere por tus comentarios y por leerme como lo haces. Cuenta que para poder ir sobrellevando nuestro día a día, actuamos por un gran volumen de automatismos, más que necesarios para ir viviendo. Por lo que hay automatismos que nos son necesarios. Sin embargo, cuando estos actúan SIEMPRE por sí solos es cuando aparece el malestar, la angustia, la ansiedad… Sensaciones y emociones bien conocidas y que pueden irse gestionando dulcemente desde la comprensión y algunas que otras herramientas.
      Abrazos de vuelta!😘

Dejar un comentario