En este primer artículo que se complementará con un segundo añadiendo la visión de la Medicina Tradicional China, te hablaré sobre qué es la hipertensión arterial y sus síntomas. Pues ésta afecta a más del 20% de los adultos entre 40 y 65 años y casi al 50% en las personas de más de 65 años.
Los criterios de valoración de las cifras de tensión arterial varían de unas sociedades científicas a otras. Además, también oscilan en dependencia de la situación en que se encuentre el paciente, del momento del día, del clima (el frío contrae las arterias, el calor las dilata), de la altitud (no es lo mismo a nivel del mar que en la montaña), del tipo de actividad que haya realizado, de la edad, el síndrome de la bata blanca… Las cifras que observamos al tomar la presión arterial no son, a veces, un fiel reflejo de lo que está sucediendo realmente, varían de un momento a otro en función de muchos factores.
El problema surge cuando la persona pierde esa capacidad de cambio, de adaptación a las diferentes situaciones y la presión arterial se mantiene alta de forma mantenida.
La presión arterial mide la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea la sangre a todo el cuerpo. La lectura de la misma se da con dos números:
– El primero indica la presión arterial sistólica: el valor superior, mide la fuerza que realiza el corazón sobre las paredes de las arterias cada vez que late. La presión máxima, sistólica, refleja el aumento transitorio de tensión que se produce en la aorta y en sus ramas durante la contracción (sístole) de los ventrículos.
– El segundo es la presión arterial diastólica: el valor inferior o presión mínima, es la que existe dentro de las arterias durante el período de reposo del corazón.
La hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión sanguínea por encima de los valores establecidos como normales por consenso. Se ha fijado:
– Presión arterial máxima o sistólica: 140 mm Hg.
– Presión arterial mínima o diastólica: 90 mm Hg.
Tenemos un continente, el sistema vascular arterial, y un contenido, la sangre. Las variaciones de la tensión arterial se van a dar en base a las alteraciones de ese continente y ese contenido. Las variaciones en el contenido van a influir principalmente sobre la presión sistólica, las alteraciones en el continente (rigidez arterial) van a incidir más sobre la presión diastólica.
La magnitud de la tensión arterial sistólica guarda relación con el volumen de sangre expulsada por el corazón al contraerse y de la elasticidad de las arterias más grandes. La tensión arterial diastólica se relaciona con el grado de constricción que tienen las arterias más pequeñas o arteriolas dentro de órganos y tejidos, en función de las resistencias periféricas.
La hipertensión, salvo que sea severa, no suele producir mucha sintomatología. Su descubrimiento o diagnóstico suele ser casual en muchos casos. A veces, puede asociarse, a dolor de cabeza, localizado con mayor frecuencia en la nuca, inquietud, nerviosismo, hemorragia subconjuntival o nasal espontánea…
El exceso de presión sanguínea daña el sistema vascular, por lo que cualquier órgano de nuestro organismo puede verse afectado:
– El corazón debe realizar un mayor trabajo, provocando un aumento de las paredes del mismo, lo que hace que requieran un mayor aporte de sangre, que con frecuencia es insuficiente por la existencia de arterioesclerosis y acaba agotándose y dando lugar a insuficiencia cardíaca.
– El riñón puede acabar en insuficiencia renal.
– La afectación de las arterias cerebrales puede dar lugar a infartos o hemorragias cerebrales.
– El daño sobre los pequeños vasos de la retina puede afectar a la visión.
– La alteración a nivel de arterias de los miembros inferiores puede producir claudicación
– Etc.
Hasta la quinta década de la vida, coincidiendo con la menopausia, la prevalencia de hipertensión arterial (HTA) es significativamente menor en la mujer que en el varón, relación que se invierte a partir de los 50 años.
En el próximo artículo, que tendrás disponible de aquí a 15 días, continuaré hablándote de la hipertensión arterial ampliando aún más su visión y tratamiento desde la Medicina Tradicional China. ¡No te lo pierdas!
Mónica Larruy Carrete – Julio 2020
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